Semana del Cine: Películas que conectan con lo que está pasando en el Perú

"Invasión Drag" registra las actividades, sueños y perspectivas de Drag Queens limeños que afirman, con orgullo, su identidad y su arte.

De acceso totalmente gratuito, La Semana del Cine de la Universidad de Lima ha coincidido con la ola de protestas producidas por el golpe de estado en nuestro país. ¿Por qué deberíamos verlo? Conversamos con el crítico de cine y docente Rodrigo Bedoya para que nos recomiende algunas películas del festival que va hasta el 21 de noviembre a través de la web Cineaparte. 

“Quiero ser claro y muy directo con esto. Creo que ahora mismo hay una prioridad, que es hacer de este país un sitio mejor. A nosotros nos da mucha alegría ver esta reacción ciudadana de salir a manifestarse. Y si la Semana del Cine tiene que acompañar todo este acontecimiento pues es el momento que le tocó”, señala Rodrigo Bedoya, curador de la Semana del Cine de la Universidad de Lima. "No tomemos a la Semana en el Cine como una distracción, para nada, yo creo que las películas conectan bastante con lo que está pasando en el Perú. Además, por la manera en que están contadas son narraciones sensibles, con matices, que abarcan perspectivas y que perfectamente pueden servir de complemento de lo que está sucediendo ahora mismo en el Perú". 

¿Por qué motivo deberíamos ver la Semana del Cine?
Justamente en este contexto invitamos al público a dedicarle unas horas a estas películas independientes hechas con mucho cariño y pasión por el cine. Créanme que la Semana del Cine no es un escape de la realidad o lo que está sucediendo, sino más bien una alimentación a ese deseo de cambio que estamos viendo en las calles, y que estoy escuchando ahora mismo por mi ventana. A través de estas películas las personas pueden conectarse con otras realidades que enriquecen el entendimiento de esta realidad, aquello que tiene que ver con identidades, voz femenina, cultura, y más. 


Realizada en Huancavelica, "Mujer de Soldado" cuenta la búsqueda de justicia de una mujer abusada durante el Conflicto Armado Interno.

Mirando la coyuntura más reciente, ¿cree que a través del cine peruano se puede generar también una voz efectiva de protesta?   
Hay ejemplos muy claros en películas que tienen dicho sentido de urgencia de querer expresar una realidad de la manera más directa y cruda posible. Creo que a través del cine peruano se ha podido muchas veces demostrar la descomposición de una sociedad que actualmente ya no da para más. Cómo hemos dejado que nos invada una perspectiva desformal, como diría Danilo Martuscelli sociólogo y escritor, la cual ha invadido nuestras relaciones, nuestro espacio privado, nuestra clase política entre otros que más tarde finalmente transgreden y contribuyen a lo lícito. Lo vemos en películas como "Rosa Chumbe" (2015), "Paraíso" (2009), "El evengelio de la carne" (2013)… Ves como de cierta manera esas películas te van marcando un camino relacionado a la desintegración de ciertos valores en nuestras relaciones y que como sociedad hemos quizá tolerado demasiado y hemos colaborado también con la situación que vivimos actualmente. Todo esto siendo un poco lo que mucha gente ha reflexionado esta semana. 
 

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¿Qué cintas históricas recomendaría para comprender un poco más de la historia de la política en el Perú y como ha llegado hasta dónde está? 
De películas que tocan el tema político directamente son esenciales "Mariposa negra" (2006) y "Ojos que no ven" (2003) de Francisco Lombardi que nos muestran una primera aproximación de lo que fue el Montesinismo. Por otro lado "El Mudo" (2014) de los hermanos Vega, que refleja las conductas sociales corrompidas que son cómplices de todo aquello que, como ya mencioné, están explotando ahorita. Así mismo, "La muralla Verde" (1969) y el documental "Los Últimos de la fila" (2014), que también retratan realidades invisibilizadas. Creo que mayormente el cine peruano ofrece una aproximación cotidiana a las malas costumbres que hemos cultivado (con un pie en lo legal y otro en lo ilegal). Y que aún estamos a tiempo de elegir cambiar.  

Hablemos del festival. ¿Cuáles han sido los criterios utilizados para la selección de las películas?
Este año ha sido particular en todo sentido, no hemos visto casos de películas que ya habían tenido un gran prestigio y reconocimiento comparable con el cual si venían cintas de la edición pasada como “Parásito” (2019) o “Retrato de una mujer en llamas” (2019). El hecho de que muchas películas decidieron reservarse para un estreno en 2021 nos hizo limitar la búsqueda un poco más y sin embargo los hallazgos resultaron maravillosos. El criterio siempre es que las películas nos gusten y que cada una tenga una manera de conexión directa y rica con nuestro público. Hemos encontrado pequeñas joyitas que merecen una relevancia mucho mayor a la que han tenido, y con nuestra labor en la semana de cine queremos colaborar a visibilizarlas. Creo que todas van a conectar muy bien, no van a dejar indiferentes a nadie y definitivamente no tienen pierde. 


"Nadia, mariposa", de Canadá, explora la vida de una nadadora profesional que busca encarar otras posibilidades de vida más alla del deporte. 

El Corto de Boleto es un clásico de la Universidad de Lima. ¿Como se ha adaptado a la coyuntura?
La gracia del corto de boleto desde su nacimiento hace más de 15 años es justamente cómo los participantes se las arreglan para hacer un cortometraje con ciertas limitaciones, por lo que no es un concurso ajeno a los retos. Yo estoy convencido de que así con sus reglas y sus restricciones es un estimulador de la creatividad y considero a esta circunstancia de la pandemia como un estimulador más. Es algo que ya se ha visto en otros cortometrajes muy originales realizados durante la pandemia. El centro de comunicación audiovisual también hizo recientemente un concurso de cortos y creo que las circunstancias exigen aún más, como te decía, poner a chambear la imaginación. 

Considerando que el streaming es un medio que se ha ganado gran popularidad en la coyuntura, ¿cuál será el destino de las salas de proyección? 
Yo parto del convencimiento de que la presencialidad ofrece un sentido de pertenencia y de compartir que no te da ver una película desde tu casa, el ritual de la cola, de compartir la sala con desconocidos.... Creo que ambas experiencias han convivido desde hace un tiempo, pero de cierta manera las circunstancias hacen que solo recurramos a una opción, pero estoy seguro de que cuando regrese la presencialidad la gente va a volver a las salas. 

Habiendo dicho eso creo que sí es importante analizar dos cosas: Por un lado, que tanto los cines van a poder aguantar la crisis (ya quien pasado tanto tiempo sin apertura y la situación parece que no se va a normalizar muy pronto). Yo creo que si la salas saben cómo adaptarse y sobrepasan la crisis la gente va a regresar ellos. Por otro lado, la importancia de saber balancear quizás ambos métodos. 

Hace poco el festival de Rotterdam ya no se va a proyectar sólo en una semana, sino desde febrero hasta junio del 2021, incluyendo elementos presenciales y digitales. Es una idea muy interesante que representa lo que creo sería un primer vistazo de cómo se va a transformar a la industria cinematográfica en adelante. 

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