Viaje al otro lado del Puente Atocongo

"El viejo que atendía el Internet abrió la reja y nosotros salimos en silencio" | Turbo Berger

Luis Francisco Palomino miente, y miente bien al titular su libro Nadie nos extrañará (2019). Sus personajes, aunque mediocres ciudadanos del país del fracaso, para nada son pasajeros como para no extrañarlos. Más bien recogen la fría temperatura de la moral limeña, en esta época en que los ex presidentes van a prisión preventiva si es que no se acaban fugando o suicidando. Sin ningún atisbo de moral o fe en algo (ninguno de sus protagonistas cree en nada o nadie), estos sobrevivientes tejen sus historias bajo la mirada opresiva de los cerros que parecen amenazarlos con una vida que puede ser peor de lo que ya es. Los relatos tienen el sabor de un amanecer con resaca. Su paisaje es el retrato de esa Lima no miraflorina que descubrimos al cruzar al otro lado de Evitamiento. Cuadras enrejadas, perros que ladran amenazantes, postes viejos y cables enredados, empolvados, con la mugre acumulada por la dejadez conforman el mundo narrativo del autor: una estética limeña con la cara sin lavar, donde en el último paradero de la combi no hay lugar para un storie de Instagram.

Con un ritmo brusco, sin lugar para sentimentalismos baratos, sus historias corren veloces, no cansan, no se repiten y, gracias a Dios, no aburren. Tampoco se propone profundizar en la condición humana o en discursos. Protagonizan sus historias viejos derrotados y jóvenes que ya saben que van a perder. Se mueven en un mundo retorcido, la Lima sin Starbucks donde el guachimán de la esquina es un ex terrorista (Ropa interior); los niños del barrio que asisten a su iniciación como adultos a través de una aventura que se lleva a cabo en las cabinas de internet –cuando todo el mundo iba a una para conectarse a MSN o, en el caso de lo hombres, encerrarse en una máquina con puerta– (Turbo Berguer), o donde un vago sin futuro para de mantenido en el depa de su amigo rico mientras se ve forzado a trabajar de Santa Claus para una fiesta de niños (Una virgen para Papá Noel).

Del autor podemos decir contadas cosas. Estudió en la PUCP y no es de izquierdas. Vive en San Juan de Miraflores. Lee de todo, participó en Lucha Libro. Es un adicto a los libros de Bolaño, manda novelas y cuentos a concursos, y este es el comienzo de una historia que va en serio, de un autor que se acerca a no parecerse a tempranas alusiones como Carver o Reynoso, sino que empieza a parecerse a sí mismo. Y eso ya es bastante.

A continuación, un extracto de La primera piedra, un relato que compone Nadie nos extrañará, primer conjunto de cuentos del escritor Luis Francisco Palomino, y que ejemplifica lo que es este libro:

Ciertos tramos de San Juan de Miraflores eran apenas iluminados por las lucecitas amarillas de los cerros circundantes. Puchi echó a andar por esas calles solitarias. Era peligroso, pero nunca le había pasado nada. Conocía el barrio. Sabía cómo moverse, siempre por la pista y jamás en la vereda, menos arrinconado contra la pared. Solo de noche sentía esa inseguridad de la que se quejaban tanto las mujeres. 

Nadie nos extrañará (2019), publicado por la editorial Animal de Invierno, de Luis Francisco Palomino, está disponible en todas las librerías de Lima. 

Extracto del cuento Una virgen para Papá Noel.

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