Ulises se enfrenta a muchos obstáculos / Foto: Teatro La Plaza
De alguna manera, todos los viajeros somos descendientes de Ulises. No puedo recordar cuándo leí por primera vez el poema épico que narra los intentos del Rey de Ítaca por regresar a su casa luego de una larga guerra que su ingenio ayudó a finalizar. Lo que sí recuerdo es mi ejemplar, de tapas marrones, con innumerables subrayados, notas y comentarios producto de cada nueva lectura.
"Mi universo es femenino, yo hablo de lo que sé", Sheila Alvarado / Foto: Antonio Torres
Una señora que fácilmente ha cruzado los 50 años, un niño con menos de 9, hombres, mujeres, jóvenes, adultos, sentados en los mesones que están dispuestos en el taller, en el sofá, en una silla, parados en la puerta. Todos concentrados, lápiz en mano, atentos a las instrucciones de una mujer de ojos grandes y largas clinejas que con una sonrisa insiste en que cualquiera puede dibujar.
Ali le grita a Liston que se levante / Foto: Neil Liefer
La noche del 25 de febrero de 1964, el “Bocón de Louisville” subía al cuadrilátero precedido de una corta pero exitosa carrera que incluía una medalla de oro de los juegos olímpicos de Roma 60, un récord invicto en 7 peleas profesionales y, quizá lo más conocido de Clay, su absoluta incapacidad para permanecer callado. En sus tres peleas previas no sólo había amenazado e insultado a sus oponentes en las declaraciones previas a los combates, en el pesaje e incluso al subir al ring, sino que hablaba compulsivamente sobre su superioridad en todo sentido.
Pingüinos, duendes, un niño y su amigo imaginario cuya única forma de comunicación es repetir la palabra Olga, una aceituna, mimos frustrados, un hombre misterioso, una pareja entregada al amor, un conejo con lentes que a veces tiene bloqueos para resolver su tira diaria, y, por supuesto, Enriqueta, la furibunda lectora que junto a su gato Fellini y su oso Madariaga se pregunta cosas. Todos macanudos, todos diferentes fragmentos, diferentes registros de una misma vocación, de una misma mente que nunca dejó atrás la pasión por dibujar historietas.
El poeta de 96 años recibe por primera vez un premio / Foto: Javier Gragera
Un español, una peruana y un venezolano atraviesan la polvareda del sur de Lima en busca de un poeta que luego de publicar varios libros (dos de ellos escritos en prisión), de crear un movimiento intelectual en su taller de baterías, de involucrarse en las luchas sindicales y de participar en los conflictos armados de su época, se fue a vivir lejos de la ciudad. Un poeta que hasta el 2014 tenía tres décadas sin publicar en editoriales, por hacerlo de manera artesanal, y que este año ha obtenido el Premio Casa de la Literatura Peruana.
Caetano Veloso y Gilberto Gil celebraron su primer concierto juntos hace 51 años. / Foto: Cabeza Hueca
Hace 51 años, Caetano Veloso y Gilberto Gil se juntaban por primera vez en el escenario, pues como amigos ya tenían unos años, en la Arena Canta Bahía de Sao Paulo. Para celebrar ese destino unido por la amistad y la música, han organizado una gira por Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, en la que repasan sus mayores éxitos, se re-versionan mutuamente e interpretan canciones de sus artistas favoritos.
Tienen más de 50 años tocando juntos, desde 1962, con casi la misma cantidad de álbumes -entre estudio y en directo-, sin contar los recopilatorios, EP, remasterizaciones... Han tenido más de dos mil presentaciones en vivo, desde los pequeños bares de sus inicios en el Reino Unido, hasta The Big Bang Tour, que ostenta el récord guinness como la gira más exitosa de todos los tiempos. Han ganado toda clase de premios y son miembros del Rock & Roll Hall of Fame desde 1989.
El 28 de noviembre de 1969, José María Arguedas no pudo más. Encerrado en un baño de la Universidad Agraria La Molina se disparó en la cabeza, para morir cinco días después tras una gran agonía. Luchó de muchas maneras con la depresión que marcó su vida. Trató de poner en un mismo mapa llamado Perú todas las sangres que habitaban en este fragmentado país. Tal vez el zorro de arriba y el zorro de abajo lo llamaban y no pudo hacerlos esperar más.
Horacio Rafart y Guillermo Ale forman la dupla teatral de La Cuarta Pared. / Foto: Difusión
La Cuarta Pared es un grupo de teatro argentino que, como sus mismos miembros se apuran en aclarar, centra su hacer en el teatro político. Están constantemente, dentro y fuera del escenario, increpando la realidad de Latinoamérica, sus paradojas, injusticias y desigualdades, atacando sus arbitrariedades e involucrándose allá a donde van. Están en Lima presentando en el Centro Cultural Ricardo Palma las dos piezas más literarias de su arsenal, El Túnel y Rayuela, adaptaciones de dos clásicos de la narrativa argentina.
La patria es siempre una línea indecisa, con los años se vuelve más confusa aunque nunca llega a ser distante. A veces, la patria es una insignia, otras un partido de fútbol, las más de las veces, la patria son los amigos y todos los cariños que viajan en nuestra mochila. Pasa que la mía tiene nombre de mujer, y no sólo el nombre, en sus pasiones y su voluntad, en su paciencia y su perdón, aún en su histeria mi patria es una mujer. De cuando en cuando,esa mujer entra a un café, se sienta frente a ti y te cuenta.