Se celebran seiscientas semanas de vértigo en el periodismo local. Así fue como describió César Hildebrandt, director del semanario Hildebrandt en sus trece, el pasado viernes en su clásica columna 'Matices', el viaje desbordante que significa ejercer un oficio como el suyo:
Seiscientas semanas de vértigo, penurias, tropiezos, campañas, investigaciones decisivas, desafíos. Doce años cuidando el lenguaje, preservando valores que hoy pocos respetan, equivocándonos con pasión, amando, en suma, el oficio de contar cosas que en verdad sucedieron.
Luego de ofrecernos su indispensable mirada para comprender la crisis política actual en nuestro país, el legendario periodista se reafirma en su método y nos recuerda cuál es la "norma ancestral" de su profesión:
En todos estos años, me he ceñido a la norma ancestral de este oficio: publicar lo que verifiquemos como cierto sin que importen las consecuencias. Eso significa también distanciarnos de todo poder, el privado y el público, y aceptar que la soledad puede ser nuestra mejor compañía.
Confesiones de un inquisidor. Memorias
En septiembre del 2021 se publicó Confesiones de un inquisidor. Memorias de César Hildebrandt en diálogo con Rebeca Diz. En el libro, Hildebrandt rememora con detalle los episodios que construyeron su vida íntima, su carrera profesional y, más de una vez, los hitos que marcaron el destino de nuestra república. Hace un mes, la publicación tuvo una grata recepeción en la 26 Feria Internacional del Libro de Lima 2022, actividad que retornó a la presencialidad luego de dos años de ausencia.
Sobre estas Confesiones, ha escrito el periodista Pedro Salinas en el diario La República:
"El libro refleja elocuentemente lo que significa ejercer dignamente un oficio, cuyo compromiso estriba en la búsqueda de la verdad con absoluta independencia. De principio a fin, Confesiones de un inquisidor es, asimismo, una declaración de principios."
Pesimismo fundado
Al finalizar su columna número 600 del semanario, el veterano periodista nos ofrece una imagen de su visión sobre el periodismo actual en el Perú:
El periodismo en el Perú es un hombre que bosteza parado en un puente que se va a caer. Desde este semanario modesto de 600 números trataremos de hacer lo que hemos hecho siempre: gritarle a ese hombre que haga algo, que se mueva, que no todo está perdido.
