Enviado por ENLIMA, llego a la galería de arte Ryoichi Jinnai del Centro Cultural Peruano Japonés y me da la bienvenida el retrato de José Watanabe, de mirada profunda y contemplativa tras anteojos antireflex. Watanabe, un poeta de la luz, cuyos versos encierran siempre sabiduría. La estructura de sus poemas sigue la de los haiku, con el aire bucólico de su Laredo natal. Y también nos regaló los guiones de las películas más vistas de los años ochenta. Aunque no lo conocí, me enseñó a amar rápido bajo el ardiente y perverso reino del sol.
En el III FIP Lima habrá activaciones como ‘Poesía de cordel’. / Foto: Difusión
En un país donde se dice que nadie lee, cuyas editoriales consideran que la poesía es el género menos rentable, y teniendo en cuenta que ni siquiera el Plan Lector incluye poemarios, ¿cómo se explica el Festival Internacional de Poesía de Lima? Porque además es exitoso: las ediciones anteriores congregaron a miles de personas, muchas de las cuales, probablemente, escucharon versos por primera vez. Entre las actividades literarias, oír a un poeta es la más reveladora: nos recuerda el valor de la palabra desde el sonido, y potencia las interpretaciones que le podemos dar a un texto.
Conocido como ‘El faraón de la ciencia ficción’ en el Perú, Daniel Salvo es un referente de este género como escritor, por los numerosos relatos suyos que han sido incluidos en antologías dentro y fuera del país, o por su libro de cuentos El primer peruano en el espacio.
Sandrá Campó ha recopilado y editado Hoy tengo ganas de mí… 7 historias de masturbación femenina, para el cual recogió testimonios de siete mujeres, además de contar algo sobre sí misma. El poder y la autonomía que brinda la autosatisfacción son uno de los mensajes importantes de este texto, que puede adquirirse en la librería La Libre de Barranco.
Mempo Giardinelli ha visitado Lima para participar en la Feria Ricardo Palma. / Foto: Miguel A. Vallejo Sameshima
Escritor emblemático de la literatura negra, exiliado en el periodo más oscuro de la historia reciente de su país, Mempo Giardinelli (Resistencia, Argentina, 1947) no cree en los géneros narrativos. Eso ya se pudo entrever en su novela Luna caliente, donde el autor argentino combina elementos característicos del policial negro con la novela regionalista, o en su extensa Santo Oficio de la Memoria, biografía colectiva con decenas de narradores que construye una historia de migración hacia América.