Una de las obras de ficción más reconocidas de Nora de Izcue, directora peruana y la primera mujer en realizar un trabajo cinematográfico en el país. El viento del ayahuasca procura exhibir la condición de víctima del sujeto femenino en el territorio nacional.
El largometraje ubica al espectador en el marco de las creencias mítico-religiosas que imperan en la cultura amazónica peruana y gira en torno al encuentro entre un sociólogo limeño y una joven que vive atemorizada por los yacuranas, seres mitológicos que amenazan con llevárselas a las profundidades del río. En ese contexto, se desplegará una complicada historia de rescate en la que los protagonistas se sumergirán en las liturgias y ceremonias de los pobladores amazónicos influenciados por un vehemente tratamiento de ayahuasca.
La cinta sobresale por poner de manifiesto una atmósfera siniestra y escenarios cautivantes, en virtud de la técnica fotográfica del reconocido realizador de cine y camarógrafo peruano Jorge Vignati Ojeda, fallecido el año pasado.
