Miguel Valverde Robles, como todo verdadero artista, trabaja por amor. El amor es el móvil de su trabajo y también es el corazón y la esencia del retrato iluminado, el “mono” que tradicionalmente adornaba salas e interiores familiares con imágenes de parejas enamoradas, recién casadas, inmortalizadas -entre dorados marcos y curvas pantallas- por la luz, el óleo y los polvos de colores.
En la actualidad ya no se usan esos polvos sobre papel fotográfico y solamente los óleos han sobrevivido sobre lienzos a los cuales se les ha hecho un transfer digital de la fotografía. Pero los motivos del retrato iluminado siguen siendo los mismos.
Miguel Valverde Robles, quien ha dedicado su vida a trabajar “monos”, ha querido ir más allá de éstos y ha recreado parejas que declaran su amor y se prometen lo eterno en un cielo muchas veces extraño, bizarro, violento, kitsch, posmoderno y neobarroco.
Ars longa, vita brevis. El arte es duradero y la vida es breve. Miguel Valverde Robles, “Micha” para sus amigos, lo sabe y esa es la razón de su pelea por llevar al retrato iluminado más allá de sus fronteras. Y aunque el polvo del tiempo y el olvido amenacen con llevárselo todo; el instante, la belleza y el amor serán un siempre. (Texto de Alfredo Villar).
Polvo Enamorado va hasta el 13 de junio 2016, de lunes a sábado de 10.30 am a 8 pm. Ingreso libre.
