Rocío Limo, sobre la censura de María Maricón: "Somos capaces de todo, de hacerlo todo y cambiarlo todo"

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Escrito por Rodrigo Ahumada

Como plataforma cultural estamos convencidos que la naturaleza del arte es incomodar y desafiar el status quo, debe criticar y cuestionar a la sociedad en su conjunto y ofrecer nuevas miradas y entendimientos sobre la humanidad.

Ante la censura de la obra María Maricón de Gabriel Cardenas Luna y la suspensión del Festival Saliendo de la Caja, organizado por lo estudiantes de la Especialidad de Creación y Producción Escénica de la PUCP, manifestamos nuestro total rechazo y nos solidarizamos con todos los involucrados en la gestión.

A propósito de lo sucedido le hicimos algunas preguntas a la dramaturga y artista escénica, Rocío Limo, sobre cómo este acto afecta el arte y la cultura de nuestro país.

¿Por qué la censura de la obra María Maricón atenta contra el arte y la cultura?

En principio, nuestro país es un país laico y tenemos reglas que estipulan “la laicidad como neutralidad”. Donde queda muy claro que “está prohibido mejorar la situación de una iglesia, establecer privilegios, promoverla o empeorar la posición de las otras”. El Estado debe permanecer imparcial en materia de religión y debe estar al margen de toda valoración positiva o negativa.

Es anticonstitucional lo que hacen. La obra de Gabriel Cárdenas Luna es profunda, con un largo camino de investigación, exploración y resignificación, de un talentoso artista peruano que decide ser valiente al estudiar una carrera de artes, crear su propia productora, aprender y construir, generar trabajo y estar a punto de graduarse como profesional, con un trabajo honesto y apasionado. Y el Estado entero se le viene encima, a él y a todo su equipo, y al festival, creando una fractura entre los artistas y las instituciones.

¿Cuál debería ser el rol del Ministerio de Cultura en casos como este?

El Ministerio de Cultura debería trabajar para la cultura, y eso involucra a la población, a las poblaciones vulnerables y a los artistas escénicos. El Estado debería ser un interlocutor sensato a favor de la cultura y toda su diversidad. Es muy aterrador pensar que sí, estamos entrando en tiempos muy oscuros. Y no porque salga un pequeño grupo de señoras y señores, cargando una virgen en andas y rezando frente a un centro cultural en latín. ¡Que claramente entienden! El problema no es ese acto. Esa misma imagen podría ser muy poderosa y transformadora si sus motivaciones no fueran perversas. ¿Qué quieren exorcizar? ¿Cuáles son los demonios que quieren expulsar? ¿Qué están tratando de radicalizar? ¿Cuál es la norma que quieren narrar?  La cultura, lo diferente, lo que te hace pensar que existe otra manera de vivir, de ser libre y feliz. De bailar en polleras con el pecho al aire y de ser hermoso y libre como Gabriel.

¿Existe algún límite en las artes?

La imaginación es infinita y nuestra especie, y la vida misma, nos demuestra eso. Somos capaces de todo, de hacerlo todo y cambiarlo todo. Somos parte de un ecosistema vivo, salvaje y molesto, cada vez más harto de los límites capitalistas.

¿Qué impacto tiene la suspensión de un festival en la comunidad de artistas?

Espero que sea un impacto que una y genere voz y postura clara frente a esta patética dictadura.

¿Qué casos de censura en dramaturgia hemos tenido en Perú? ¿Recuerdas algún otro?

La obra “La Cautiva” también se vio afectada, pero el teatro respaldó a su creador. Lo fuerte del caso de “María Maricón” es que la postura institucional no está respaldando a su creador. También está el caso de la denuncia a Lola Estrada, activista peruana que pisó la bandera nacional durante protestas contra Dina Boluarte. A pesar de ser una performance artística el el Ministerio Público señaló en su demanda que la actriz ultrajó los símbolos patrios mientras se manifestaba en contra del Gobierno.

Rocío Limo: Dramaturga, directora, escritora y artista escénica. Ha presentado sus obras en festivales de Lima, Cusco, París y Frankfurt. Ha escrito obras como Incendio, El Canto del Monstruo, Casa de Naipes, Todas las gallinas vuelan y, recientemente, María Pizarro.

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