Manuel Vera Tudela | 14.05.2017
Entrevista realizada por Manuel Vera Tudela
La compositora Veronik (Valium, Matus) acaba de presentar un disco fuera de toda norma y cuyo nombre responde a la apuesta por lo inclasificable y extraño: Anómala. Se trata del primer álbum peruano compuesto para theremin, ese extraño instrumento que se toca “sin tocar nada”, alterando su campo electromagnético con las manos.
Anómala es un disco de siete canciones (seis instrumentales y una vocal) cuya creación empezó en el 2014, cuando la autora viajó a Chile para el festival internacional de theremin “Electromagnética” y tuvo la oportunidad de alternar información con otros performers de este instrumento. Con estos inputs, Veronik volvió a Lima donde se volcó en un proceso de composición que ella llama “natural y orgánico”, en el que tomaba la guitarra y creaba bases para que sobre ellas sobrevuele el theremin.
Este trabajo retó a la autora, quién transitó por sus demonios y puentes de soledad para encontrarse con ella. Quien lo escucha tendrá visiones del Pink Floyd melódico (Dark Side of the Moon onda) hasta el crudo Rafo Ráez. Esto lo decimos para tratar de enmarcar la insólita propuesta de Veronik, pero en verdad se trata de una cosa transgénero que brilla por su originalidad, pese a su alta carga de oscuridad. Eso: no es un disco fácil de escuchar o para ponerse a cocinar lentejas con la tele al fondo, sino para no hacer nada más que escucharlo. Ahí cada uno sentirá sus propias cosas y seguramente muchas no serán agradables. Pero para eso son las buenas propuestas, para incomodarnos.
¿Qué emociones tuyas están en Anómala?
Anómala está hecha de espera, de calma, de paciencia, de ansiedad, de amor, de éxtasis furioso, pero también de ilusión, desamor, desesperanza, ternura y sueños.
El theremin es el protagonista. ¿Qué propiedades expresivas tiene este instrumento?
Se trata de un instrumento electrónico y melódico. Es muchísimo más versátil de lo que se cree, y puede encajar en muchos géneros musicales. Gracias al theremin he podido tocar con bandas de rock, psicodelia, post punk, pop, música electrónica, experimental, improvisación y hasta he sido solista con la orquesta sinfónica. Soy consciente de que con la guitarra y mis canciones no podría tener esas oportunidades. Esto me ayudó a crecer e impregnarme musicalmente de muchísimas cosas diferentes, ya que ante todo me considero una compositora. Por eso y más el theremin es especial para mí. Como vengo tocándolo desde hace casi diez años, sentí que tenía que componer un disco para él especialmente.
¿De qué trata Anómala?
Es una radiografía o un retrato sonoro de lo que pasaba por mi cabeza en esos momentos. Intenté hablar sin palabras (el único tema que tiene letra, y muy poca, es Primavera, que cierra el disco) y decidí que lo que sentía en ese momento iba a ser crudamente retratado solo con melodías. En ese momento estaba explorando bastante mi soledad, reencontrándome conmigo misma y quería hacer cosas nuevas y entrar a una nueva etapa como artista. Tuve que enfrentar varios demonios también. De ese cóctel sale Anómala. El nombre, que al principio era solo el título tentativo de uno de los tracks, me gustó tanto que me pareció lógico, puesto que éste es un disco que no pretende encajar dentro de ningún rubro: es más bien como un cuadro que he pintado con mi instrumento bizarro.
Anómala me parece un disco bastante oscuro hasta las últimas canciónes, Adiós laberinto y Primavera, como una especie de viaje que se resuelve en esta última instancia.
Hablaba de enfrentar demonios. Adiós laberinto es quizás el tema más minimal y tierno del disco. Es una declaración de amor y a la vez una despedida, y creo que ese tema es una salida a todas las metáforas anteriores como Tormenta o Gallinazos que se centran en explorar sentimientos intensos y negativos como éxtasis y angustia. Si Adiós laberinto es como la calma luego de la tormenta, Primavera sería como una especie de arco iris luego de todo eso. Si bien en apariencia es un tema con un estilo muy rock clásico, tiene lo que Rafo Ráez llamó “una canción dentro de la canción”, lo cual también rompe un poco con las convenciones. Primavera es como la puerta abierta hacia lo que sigue, y preferí terminar el álbum en una nota positiva, con acordes mayores.
Veronik ya está pensando en un nuevo conjunto de canciones, pero por mientras toca seguir con la difusión de este disco y tocarlo en vivo “con la maravillosa banda que tengo”, nos dice. Anómala está en Spotify. Fue grabado con las colaboraciones musicales de Walo Carrillo, Rafo Ráez, Maribel Tafur, Estefanía Aliaga y Daniel López. Si Anómala nos gusta o no, es algo que aún estamos descubriendo y eso lo hace mejor. Por eso, recomendado al 100%, como para salirse de la zona de confort.
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