Manuel Vera Tudela | 04.08.2017
La banda peruana Almirante Ackbar presentó su primer disco: Sonidos ultrasónicos y audibles para callar al perro del vecino. Un disco limeñísimo, que bajo su capa gris y fría cobija un motor lleno de vida y chipa. Fiel reflejo de su tiempo, gran momento de Almirante Ackbar.
El viaje de 13 canciones es electrizante, aun cuando hemos dicho, tiene ese toque capitalino melancólico, ese extrañar algo que no se sabe qué es. El disco da frío, invita a bailar solo con tu chela en el Pollos Piers, mirar el mar en invierno, a correr a las seis de la tarde por el malecón húmedo y sentirse triste por las puras. Debe ser porque la banda constantemente juega con el dulce recuerdo noventero del Super Nintendo y la Lima que no daba miedo. Por ahí nos agarra. Hay sosiego en este disco, silencio, diríamos incluso.
El disco tiene power, hay logradísimos sonidos de guitarra y una banda amarradita, que suena bien y tributa la estética cruda del rock de hace dos décadas. Y lo más importante: tiene buenas melodías, recordables, que provocan cantar. Fiebre de la amplitud, el single del disco, es buen ejemplo de ello. Destacable entre todas y puramente emotiva: Cómo sobreviví a la hecatombe de mis emociones.
No sabemos qué quieren decir con el nombre del disco o si tomarlo como una broma. No sabemos si el vecino tiene un perro o si el vecino es un perro. Como sea, este disco puede callar muchas cosas y hacernos escuchar una Lima linda, con sus tonos y matices, una Lima linda al final.
Almirante Ackbar presentarán el disco en vivo el 5 de agosto en los Domos de San Miguel a partir de las 8 pm, junto a Los Zapping, Adictos al Bidet y Los Conchas Negras. Entrada Libre, previa inscripción: bit.ly/2utai2J. Recontra recomendado.
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