
El resquebrajamiento de un elemento, es un indicio de separación; una fisura que supone un vestigio de daño y que se vuelve también la irrupción del vacío en la experiencia de percepción de un cuerpo. Esas líneas o áreas huecas, indistintas al propósito que cualquier objeto haya tenido, se delimitan a partir de su grado de densidad y resistencia; su forma, se configura así a partir de la materialidad de cada objeto.
Al final, un vacío o todos los vacíos hablan de lo mismo, tienen una naturaleza semejante: la del espacio nulo, una imagen ausente.
Líneas concéntricas de una cartografía astral, cartografías terrestres y espacios limítrofes en disputa, el desglose de documentos históricos. Por otro lado, desde puntos aparentemente heterogéneos, el sentido de la abstracción, el molde de un objeto personal como repositorio de memoria, el tejido. Se abre aquí una interrogante al espectador: ¿De qué forma y con qué propósito se está usando el vacío en cada uno de estos objetos?
Se trata de organizar el sentido del vacío presente, organizar un conjunto de espacios nulos, alinear la fisura de cada objeto para entender las conexiones deliberadas de cada ruptura.
La muestra Alinear fisuras se puede visitar hasta el 15 de junio 2018, de lunes a viernes de 2 a 8 pm. Ingreso libre.