Geordie Greep en Lima: virtuosismo, memes y salsa dura

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Escrito por Nayo Aragón

Este 16 de noviembre se greepea en Lima. En honor a tan magna visita te contamos la historia de cómo un artista ya reconocido en el panorama alternativo encontró en la música latina un tentáculo más para su nuevo sonido mutante.

Pocas veces llega al Perú un artista en SU año, en SU momento. Este 2025, hace unos meses nomás, ya vimos a Ca7riel y Paco Amoroso. Quienes tras sacarse del sombrero uno de los más sonados Tiny Desks de la historia, están en la cresta de la ola global.

Ahora nos toca una propuesta un poquito más extravagante y arriesgada. Y más de los rincones del nerdismo musical del internet.

Geordie Greep (de verdad se llama así) comenzó en la música allá por el 2017 como el cantante y guitarrista de Black Midi, una banda de noise-experimental británica con una propuesta que no demoró en sacudir la escena alternativa mundial porque desde el indie casi nadie ha bebido de la tradición del jazz-rock y de “ese” rock progresivo. Tal vez por desinterés, tal vez porque sonar así requiere de un virtuosismo fuera del alcance de la mayoría, tal vez por temor a ser cringe.

Después de tres discos sin guardarse nada con su primera banda, la voracidad artística de Greep lo empujó a buscar un ‘Nuevo Sonido’. Antes incluso de disolver Black Midi y lanzarse como solista, ya se declaraba en entrevistas —entre referencias a música experimental, ruidismo y rock progresivo de alto concepto— como un amante de la música latina, en especial de la salsa dura de los 70 y de la música brasileña más vibrante.

El músico ha contado en entrevistas que su madre trabajaba en un bar de salsa cuando era niño, y que solía odiar el género. “Es una música muy estridente, muy ruidosa, especialmente por los vientos. Si todavía no has aceptado que te gusta la salsa, es muy fácil que no te guste… Pero al crecer descubrí que lo grandioso de la salsa es que es extremadamente compleja: todas las partes están hechas para verdaderos virtuosos de su género. Y, al mismo tiempo, es una música muy accesible. Es realmente fácil entrar en ella.”

En varias oportunidades ha hablado de su fascinación con, entre otros, los discos de la Fania y Hector Lavoe (El Comedia es uno de sus 13 discos favoritos), y del Siembra y el Buscando América de Ruben Blades (al que llama Ruben “Bleids”).

A la MPB le entró, como cualquier nerd de la música que se respete, navegando por internet. Ha contado en varias ocasiones que adora, en particular, el Clube da Esquina de Milton Nascimento, de quien dice: “el atraviesa esa música compleja y hace algo que es simplemente humano, en la forma en que canta, en cómo compone, cómo escribe, la guitarra, los acordes, todo”. Ha mencionado, también, que, si pudiese compartir escenario con cualquier persona, escogería hacerlo con el percusionista Naná Vasconcelos, cuyo concerto para berimbau en el disco “Saudades” es una de sus piezas favoritas. “Este álbum empieza solo con el berimbau, y poco a poco va entrando toda la orquesta. Podría ser algo un poco exagerado, pero de alguna manera realmente funciona”.

Si escuchas Black Midi, parece extraño que Greep haya conectado con estos géneros. Pero si lo piensas bien, ¿qué es la música latina sino una euforia de notas, poliritmos, dramatismo y caos controlado?. Diferentes caminos para llegar al mismo estallido sonoro, tal vez.

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Aparentemente, estos nuevos sonidos le marcaron a Greep que la etapa con su banda estaba por terminar. En entrevistas ya adelantaba que el siguiente paso sería lanzarse como solista. “A menudo, si esperas hasta los 30 o 35, has perdido mucho tiempo: hay menos expectativas y parte de tu creatividad ya se ha gastado. Los artistas que tuvieron carreras en solitario exitosas tras pasar por un grupo —Lou Reed, Frank Zappa, Todd Rundgren— se lanzaron directamente, sin dudar. Así que hice lo propio”. 

Y así fue como en agosto del año pasado, casi de sorpresa y escribiendo la palabra “over” mal, Greep anunció en un live de Instagram que Black Midi paraba tras 7 años.

Un par de meses después se lanzó la barbaridad de disco que es The New Sound, con el que Greep llevó más lejos lo que había explorado junto a Black Midi. El ejemplo más claro de su fascinación por la salsa dura de la Fania es “Terra”, el segundo tema: una reinterpretación casi alienígena de la música latinoamericana. Pero el álbum no se queda ahí.

A su nueva fascinación por los sonidos latinos le sumó un espectro insólito de influencias: el progresivo de Peter Gabriel, Primus y, sobre todo, Frank Zappa; el jazz fusión de Weather Report y Chick Corea; el post-rock abrasivo de Swans —el final de Motorbike es un tributo evidente a su última etapa— y de Boredoms. Incluso se permitió un desvío inesperado hacia el melodrama de los showtunes de los musicales gringos de los años 30.

Es difícil imaginar que, de este inglés, rubio, bajito, que se viste como oficinista de 1983, salga música tan avezada. Pero a veces los que se ven más normalitos resultan ser los más más rayados.

Un artista joven (apenas 25 años), raro y único, tenía que ser abrazado por internet. Y él no le es ajeno: el shitpost lo ama y él lo ha amado de vuelta. Desde su lanzamiento, The New Sound se convirtió en favorito en páginas como RateYourMusic (donde ocupa el #2 del 2024) y en los foros musicales de Reddit.

Pero, además, obsesionados por lo compleja y a la vez poco seria que es la música y la personalidad del artista, los fans no han parado de hacerle memes, reels, tiktoks y cadenas de bailes con sus canciones evidenciando lo poco pop y comercial de su sonido.

El mismo artista ha contado cuánto disfruta de los reels de Instagram: llegó a hacer un cover de la canción-meme I Am Rectangular y hasta se sumó al chiste de que su tema “Blues” es demasiado rápido y difícil, tocándolo en cada concierto todavía más veloz.

Como vemos, los conciertos son una parte esencial de su propuesta: no solo funcionan como escaparate de su virtuosismo y del talento de sus músicos, sino que también convierten el escenario en un juego irónico con su propia imagen, en respuesta a la manera en que lo celebra el lado más shitpostero de internet.

Si ya eres fan, no hay nada más que decirte. ¡The Greep en Lima! ¿Qué? Y si no lo conoces aún, pero te pinta ver en qué está la música alternativa ahorita, y te gusta la idea de ver a alguien ser radicalmente él mismo, el concierto será el 16 de noviembre a las 8:00 pm. en el CC Leguía (Av. Arequipa 834). No vayas.

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