Radiohead, la banda de rock que vino del futuro

Thom Yorke, vocalista de Radiohead, durante un concierto. | © Alex Lake

Escrito por Javier Gragera

Son un clásico de la música contemporánea y ahora llegan a Lima por primera vez para presentarse en vivo. Sobran los motivos para poner en un pedestal a Radiohead, la banda que fue artífice del que para muchos es el mejor álbum de rock alternativo de finales del siglo XX: OK Computer. Aquel disco, publicado en 1997, encontró la combinación perfecta entre el espíritu grunge y la experimentación electrónica, todo salpimentado con el carácter atípico de Thom Yorke, vocalista de la banda, y Radiohead nos introdujo de golpe en una nueva manera de entender la música. Y lo que tal vez fue más sorprendente: su arriesgada apuesta logró un reconocimiento expansivo de público y crítica.

El periodista musical Roberto Martínez, del programa de radio Bienvenido a los 90, recuerda que Ok Computer significó “hacerte mayor, empezar a viajar a otros mundos y a dimensiones desconocidas sin saber muy bien si te toca ir allí o no. Me gusta pensar que es lo que vivieron nuestros padres cuando escuchaban por primera vez los discos de Pink Floyd”. En su opinión, Ok Computer es mucho más que un gran álbum: “Es el disco que enterró al grunge y asesinó al britpop. Alguien lo tenía que hacer”.

Curiosamente, un disco del trompetista y compositor estadounidense de jazz Miles Davis, Bitches Brew, fue el punto de partida de cómo debía sonar Ok Computer, explicó Yorke en una entrevista en 1999. “Bitches Brew tiene ese sonido increíblemente denso y genial que yo intentaba pillar. Era el sonido que tenía en mi cabeza. También lo he oído en discos de Ennio Morricone. Nunca en música pop”, añadía el vocalista.

Ok Computer fue grabado en un viejo castillo del siglo XV al sur de Inglaterra, llamado St. Catherine’s Court, lo que al parecer tuvo algo que ver en la configuración de su sonido. Así lo aseguró el propio Yorke en otra entrevista: “Este lugar influyó en las canciones del disco. Allí las tocamos de una forma rara. Era una casa encantada”.

En cuanto a sus letras, Ok Computer no tenía un argumento específico, aunque la mayoría de sus canciones tenían en común una visión desalentadora del futuro, con una fuerte carga existencialista. “Uno de los puntos fuertes del álbum radica en la representación orwelliana de un mundo lleno de terror, pero esperanzado”, escribió un crítico del diario inglés The Guardian. A esto, el investigador Carlos Pérez de Ziriza, autor del libro Indie y rock alternativo (Robin Book, 2017), agrega: “Radiohead anticipa rasgos de esta alienación posmoderna en la que vivimos, así que creo que si algo tuvieron con este disco, más allá de los gustos de cada cual, es olfato para captar el signo de su tiempo y a la vez conseguir acercarlo a la gente”.

Cambio de siglo
Con sus dos siguientes trabajos de estudio, Kid A (2000) y Amnesiac (2001), Radiohead dio la bienvenida al siglo XXI con una valentía inusitada. Al parecer, todo debía cambiar porque los calendarios marcaban el comienzo de una nueva era, y la banda británica se impuso esa premisa como un dogma de fe.

En estos dos discos, que fueron grabados simultáneamente en las mismas sesiones de grabación, las composiciones del quinteto británico relegaron a un segundo plano las instrumentaciones más guitarreras, y viraron hacia lo que a partir de entonces sería su sello de identidad: la creación de texturas por encima de las melodías, con un marcado estilo minimalista. Los arreglos electrónicos, los instrumentos de cuerdas con base jazzística y los sonidos hipnotizantes que colisionan con guitarras violentas marcaron la pauta a seguir.

Uno de los principales artífices de estos cambios fue Jonny Greenwood, el estratega musical de la banda junto a Yorke. En la gama de sonidos de Kid A, Jonny logra introducir un instrumento tan excéntrico como las ondas Martenot, artefacto musical que fue pionero en crear melodías electrónicas en los albores del siglo XX. Por su parte, las letras escritas por Yorke también sufrieron esta transformación, volviéndose más abstractas y fragmentarias.

Mientras que el éxito comercial y de crítica a nivel internacional de Kid A fue nuevamente abrumador, ganando el premio Grammy en la categoría de mejor álbum de música alternativa y siendo elegido posteriormente como mejor álbum de la década de 2000 por revistas especializadas como Rolling Stone, que lo calificó como “el primer disco de verdadero rock del futuro”, el posterior lanzamiento de Anmesiac tuvo una acogida más fría y distante.

Este disco polarizó definitivamente a los seguidores de la banda, que ya no tuvieron más remedio que posicionarse en uno de los dos bandos casi enfrentados: los que se sentían fascinados una vez más por la insólita mutación de la banda, y los que reclamaban con una codicia nostálgica que Yorke y compañía diesen un paso atrás y recuperasen el carisma de Ok Computer o incluso de The Bends (1995), el segundo disco de estudio de la banda, mucho más guitarrero y que contenía canciones memorables como High & Dry, Street Spirit (Fade Out) y Fake Plastic Trees.  

Radiohead, por supuesto, la tuvo clara en todo momento: siguió arrojándose con un descaro inusitado hacia adelante, sin rendirle cuentas a nadie. Esta evolución se selló definitivamente en su sexto álbum de estudio, Hail to the Thief, publicado en 2003.

De espaldas a la industria
Existe toda una teoría conspirativa que explica el cambio de paradigma en la música de Radiohead como una manera de boicotear deliberadamente su propio éxito comercial. El escritor Nick Hornby, en una reseña publicada en The New Yorker, fue uno de los primeros en echar leña al fuego, al comparar Kid A con el álbum Metal Machine Music, de Lou Reed, argumentando que ambos eran un intento de “suicidio comercial” para huir de un contrato con una discográfica, en este caso, con la británica EMI, que había firmado con Radiohead un contrato para tener los derechos de la banda durante sus primeros seis discos.

Yorke, sin embargo, negó en su momento que Radiohead buscara evitar expectativas comerciales con aquellos discos: “No estábamos tratando de ser complicados. En realidad, tratábamos de comunicarnos, pero del otro lado de la línea, parecía que nos habíamos perdido entre mucha gente [...]. Lo que hemos hecho no es tan radical”.

Sin embargo, es un secreto a voces que Radiohead siempre tuvo una relación problemática con la gran industria de la música. La agotadora gira internacional que duró casi dos años tras el lanzamiento de Ok Computer y la constante presión mediática pusieron contra las cuerdas a la banda, que estuvo a punto de separarse. En el documental Meeting people is easy, el realizador Grant Gee siguió con su cámara a los miembros de Radiohead durante aquella gira y sus escenas hacen evidentes las tensiones de la banda con los efectos colaterales de la fama, por la que sentían un terror casi insoportable, al mismo tiempo que Yorke y Jonny Greenwood se iban volviendo cada más hostiles con los medios. Gee logra hacer un fiel retrato de aquel calvario, usando un estética sucia y claustrofóbica.

“Estaba aburrido”, confesó Yorke en un artículo publicado en la revista Rolling Stone. “Me encantó ese álbum [Ok Computer]. Pero la idea de estar atascado con esas canciones durante un año y medio, en la misma forma, sin cambios, sin nada… Luché con eso”. El vocalista sufrió un doloroso bloqueo creativo, incapaz de componer nuevas canciones, mientras sentía que los temas de Ok Computer se habían vuelto parte de un ruido de fondo constante que describía como el “zumbido del refrigerador”. Fue posiblemente la época más desafiante y confusa en la por entonces no tan larga trayectoria de la banda: un periodo de extenuante exposición pública y caos privado durante el cual Radiohead lidiaba con la reinvención y su futuro.

El resultado de todo aquello fueron Kid A y Anmesiac, dos producciones siamesas que fueron como aplicarle un electroshock a su música para sobrevivir al desconcierto casi suicida de haberse convertido en estrellas del rock.

Pioneros on-line
Otro hito en la carrera de Radiohead fue In Rainbows (2007), disco de estudio que se lanzó al mismo tiempo tanto en su formato en físico como en digital, con la opción de descargarlo desde el sitio web de la banda de manera gratuita. El usuario tenía la opción de decidir si quería pagar o no por la descarga. Con esta estrategia pionera, Radiohead mandaba un mensaje claro a la industria de la música: Internet había cambiado las reglas del juego, y ya ninguna banda dependía de las discográficas para llegar de manera masiva a sus fans.

Radiohead arriesgó y triunfó de nuevo. In Rainbows vendió más de tres millones de copias en su primer año de lanzamiento. Más tarde, bandas como The Smashing Pumpkins y Nine Inch Nails imitaron esta tendencia, lanzándose a vender sus discos de manera independiente a través de la web. Radiohead logró posicionarse una vez más a la vanguardia de su tiempo, siempre con pie y medio en el futuro.

Lo último de Radiohead
Después de In Rainbows, la banda que en sus inicios se llamaba On a Friday, en alusión al día de la semana (viernes) en que los cinco miembros se juntaban para tocar en el salón de música de la escuela en la que estudiaban, en la región interior de Oxfordshire, se ha tomado las cosas con calma. En la última década, Radiohead solo ha publicado dos nuevos discos de estudio: The King of Limbs (2011) y A Moon Shaped Pool (2016).

Si bien ya no parece haber lugar para la épica en estas dos producciones, se puede considerar que ambos títulos son la culminación del proceso evolutivo de la banda, donde las bases del rock están completamente trasformadas por la electrónica. Así describe The King of Limbs la revista Rolling Stone: “La batería, bajo y partes de guitarra son todos samples, ejecutados individualmente por los miembros de Radiohead, luego manipulados, loopeados y puestos en capas para formar canciones terminadas con melodías ensoñadas y letras tipo haiku a cargo de Yorke”.

Por su parte, el periodista musical Xavi Sancho, luego del concierto de Radiohead en el Primavera Sound 2016, donde presentaron en vivo A Moon Shaped Pool, escribiría que “en su nueva reencarnación la banda ha logrado situarse en ese punto intermedio entre lo que fueron, lo que la gente espera de ellos y lo que les da la gana. Y en esa triple frontera parecen haber hallado el punto en el que pueden ser comprensibles sin ser populistas”.

Eso podría ser Radiohead ahora, pero posiblemente será algo completamente distinto mañana. Porque si algo nos ha dejado claro el quinteto de Oxford a lo largo de toda su carrera es que ellos nunca dejarán de tantear nuevos caminos para encontrar un lugar único y especial en la conciencia musical de los miembros de la banda. Radiohead siempre tuvo un objetivo común: conocerse a sí mismo. Y esa meta, seamos sinceros, cuesta toda una vida de trabajo.

Concierto en Lima
Radiohead llega por primera vez a Lima como cabezas de cartel del SoundHearts Festival, junto a Flying Lotus, Junun y los nacionales Mundaka. Ítalo Rossi, de Move Concerts, productora responsable de traer a la banda, nos recuerda que Yorke y compañía “siempre cuidan todos los detalles de sus giras internacionales, porque ellos quieren dar el mismo espectáculo a todos sus fans”.

Con respecto al setlits, todavía no se sabe nada, porque Radiohead suele improvisar sobre la marcha, “dependiendo de la reacción del público”, señala Rossi, aunque se espera que le den mayor cobertura a OKNOTOK, una remasterización de su mítico OK Computer que se publicó el año pasado, además de repasar su último álbum de estudio, The Moon Shaped Pool, en el que predominan los arreglos orquestales de Jonny Greenwood y destacan los singles Burn the witch y Daydreaming.

MÁS INFORMACIÓN
Título: Soundhearts Festival

Lugar: Estadio Nacional (Jr. José Díaz, Urb. Santa Beatriz, Lince)
Fecha: 17 de abril 2018, desde las 5 pm
Precio: De S/129.40 a 537

Comentarios

Un comentario y articulo muy bien redactado e ilustrativo para los neofitos. Gracias
Un ejecicio exquisito de una banda descomunal. Gracias Javier!

Añadir nuevo comentario