José Diez Canseco: “El fútbol funciona como una metáfora que habla de la ausencia de una identidad”

José Diez Canseco, co-dramaturgo de la obra de teatro Gol / Foto: Javier Gragera

Hubo un tiempo en el que el Perú lograba clasificar a los Mundiales de fútbol. La última vez fue en 1982, y coincidió con el año en el que nació José Diez Canseco, co-dramaturgo y asistente de dirección de la obra de teatro Gol, que llega a su última semana de temporada en el ICPNA de Miraflores. José Diez Canseco forma de esa generación que nunca vio a Perú jugar un campeonato mundial. Nos sentamos juntos para hablar sobre la obra que tiene por título un grito para él tantas veces enmudecido. Parecía que íbamos a conversar sobre fútbol, pero terminamos por hablar de cosas más serias.

P. ¿De qué nos habla realmente la obra?
R.
Nos habla de la búsqueda de la esperanza. El protagonista parte de una situación de vulnerabilidad, carente de voluntad para seguir adelante, y debe tomar una decisión. Pero no puede tomarla, así que trata de explorar en su pasado para encontrar una respuesta. Allí encuentra a un padre que lo amaba, encuentra la gloria del fútbol peruano, encuentra una serie de acontecimientos con los que identificarse y de los que sentirse orgulloso. Busca en su pasado para encontrar una identidad perdida.

P. ¿Su crisis de identidad es como individuo o como miembro de una colectividad?
R.
La obra se refiere a una crisis de identidad específicamente como peruano. En realidad, en la historia de Gol usamos el fútbol como una metáfora que habla de la ausencia de una identidad y del ansia que tenemos por encontrarla. El fútbol no es solo un deporte; es también algo en lo que uno se identifica. A cierto punto en la obra el padre le dice a su hijo que un equipo de fútbol es otra cosa porque, a diferencia del resto del mundo, todos sus miembros tienen un mismo objetivo que es marcar un gol. El problema del Perú es que no todos tenemos el mismo objetivo. El arco de cada uno está en lugares completamente diferentes. Por eso es imposible que como país dirijamos nuestros pasos hacia el mismo lugar. Los peruanos como sociedad hemos perdido la identidad conjunta.

P. ¿La palabra gol podría significar, por tanto, la búsqueda de una meta colectiva de los peruanos como sociedad?
R.
El gol es un grito de celebración que, en este caso, significa el encuentro contigo mismo y con tu propia identidad.

P. ¿Cómo se caracteriza esa crisis de identidad del peruano? ¿Cuáles son sus causas?
R.
Yo creo que la crisis de identidad planteada en la obra tiene su origen esencialmente en la ausencia de un referente familiar, y en este caso específico en la ausencia de la figura del padre. Esta historia habla de un padre con muchas carencias, que no sabe comportarse como un adulto, que toma malas decisiones… Es una persona que nunca ha sabido cuajar como un hombre responsable de sus actos, hasta que finalmente deja a su hijo desolado, en la más absoluta soledad y confusión. El niño se siente abandonado, y por eso se refugia en el fútbol.

 


Gol es una obra que explora el movimiento escénica / Foto: Difusión

P. ¿Estamos hablando de manera simbólica de un Estado paternalista?
R.
El Estado como padre del pueblo peruano abandonó en muchas ocasiones a sus hijos. El caso más reciente es la época de terrorismo, cuando el Estado tenía la responsabilidad de proteger y defender a sus ciudadanos y no lo hizo. Al contrario, les dio la espalda y los dejó a su suerte. Por eso ahora nadie se identifica con la idea de patria. Los pueblos del interior del país, ya vivan en la sierra o en la selva, no se identifican con el Estado porque sienten que fue alguien que los abandonó cuando más lo necesitaban. El Estado peruano es, por tanto, un padre que no supo cuidar a sus hijos.

P. ¿Cómo se podría revertir esta tendencia y empezar a creer de nuevo en la idea de un Perú que nos represente a todos?
R.
Mientras el Estado no deje de ejercer un rol de padre impositivo, que se ubica por encima de todos como un poder supremo que ejecuta y ordena, los peruanos jamás nos sentiremos identificados con él. Tiene que haber una actitud más de negociación de ideas, que de imposición. Necesitamos un Estado que promueva la concertación de los intereses de la gente y que trate de ponernos a todos de acuerdo. Somos parte del mismo equipo: juguemos juntos el partido.

P. ¿Eso es posible dentro de un país radicalmente pluricultural y multiétnico como el Perú?
R.
El problema no es la diversidad. El Perú es un país dividido por culpa, entre otras cosas, de los nefastos gobiernos que hemos tenido y que nunca se han puesto del lado de la gente. Es por eso que también tenemos fenómenos sociales tan extraños como, por ejemplo, aceptar la corrupción del Fujimorato. Fujimori puede haber sido un presidente corrupto, puede haber comprado a todo el mundo con maletines, pero fue el primero que puso un colegio en mi pueblito, dice la gente. Fujimori estuvo allí, fue un padre presente, y eso hace que muchas personas lo apoyen.

 


El elenco de Gol es netamente masculino / Foto: Javier Gragera

P. El protagonista de Gol entra en conflicto cuando tiene treinta y picos años. ¿Es una licencia literaria o existe realmente la llamada “crisis de los 30”?
R.
Creo que la “crisis de los 30” existe porque alrededor de esa edad uno empieza a hacerse responsable de sus decisiones. Uno debe constituirse como persona sin unos padres que lo asistan, con todos los conflictos interiores que eso conlleva. Pero en realidad yo no lo llamaría crisis porque esa es una palabra que tiene connotaciones negativas. Más que una crisis, es el resurgimiento de una nueva etapa vital, es un cambio de paradigma.

P. Esta obra de teatro está basada en Historia de un gol peruano, escrita por el dramaturgo Alfredo Bushby. ¿Qué variaciones existen con respecto al texto original?
R.
La historia de Alfredo va por un lado y nosotros solo nos hemos apoyado en el drama principal para crear una obra completamente diferente. Se puede decir que la hemos absolutamente reescrito. En contraste con la propuesta de Bushby, que muchas veces es surrealista y roza el absurdo, nosotros le hemos imprimido más naturalismo, más realismo social. Por otro lado, nuestra puesta en escena tiene mucho movimiento. Roberto Ángeles ha querido explorar mucho el movimiento escénico. De hecho, el fútbol es acción, y esta obra trata en definitiva de fútbol.

P. ¿Por qué siempre tenemos que ser de un equipo de fútbol?
R.
Lo atractivo del fútbol radica en la identificación; una identificación que en la mayoría de los casos no es escogida sino heredada. Naces en un barrio y eres de un equipo; naces en un país y te  ves obligado a amar una camiseta.

P. La última pregunta es inevitable: ¿Perú clasificará para Rusia 2018?
R.
Yo nací en el 82, tengo 32 años y nunca he visto al Perú en un Mundial. Yo solo he sido testigo del casi, del casi pudimos, del casi lo hicimos. Ahora bien, creo que esta vez sí iremos al Mundial. Pero es más una esperanza que una realidad. Ojalá vayamos.

Javier Gragera es periodista y fotógrafo de formación, y actualmente edita Enlima.pe

La temporada de Gol en el ICPNA de Miraflores llega hasta este domingo 16 de agosto.

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