Miguel A. Vallejo Sameshima | 04.02.2016
Sandrá Campó ha recopilado y editado Hoy tengo ganas de mí… 7 historias de masturbación femenina, para el cual recogió testimonios de siete mujeres, además de contar algo sobre sí misma. El poder y la autonomía que brinda la autosatisfacción son uno de los mensajes importantes de este texto, que puede adquirirse en la librería La Libre de Barranco. Como nos explica Sandra, quien estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y trabaja en una agencia de marketing digital, esta publicación es el inicio de una exploración de la feminidad que continuará en talleres y futura investigaciones, que incluyen a su blog feminista Chicas Malas.
P. ¿Qué motivación personal la impulsó a realizar este libro?
R. Tienen que ver con una motivación íntima y personal, ya que es a partir de mi propia experiencia masturbatoria. Esta historia masturbacional propia podría dividirse en dos tiempos: los de mi adolescencia cuando practicaba la masturbación de manera experimental (era tan sólo una aprendiz llena de curiosidad), y los de mi adultez. A lo largo de mis 20s, estuve envuelta en varias relaciones de pareja y en otras relaciones eventuales con compañeros sexuales ocasionales y durante esa etapa me olvidé de la masturbación. Pero al llegar a los 30, con mi nuevo status de soltera (que conservo felizmente hasta hoy) retomé mi práctica masturbatoria de una manera más intensa y profunda. Entonces descubrí que darme placer a mí misma es una herramienta súper poderosa para conocer mi propio cuerpo, para mejorar mi autoestima y para desarrollar mi autonomía sexual. Esta es la idea principal detrás del libro: la masturbación como herramienta que promueve el autoconocimiento sexual, la autoestima femenina y la autonomía sexual.
P. ¿Cómo fue el proceso para conocer a las mujeres que ofrecerían sus testimonios al libro? ¿Hubo alguna selección?
R. Como sabía que no sería sencillo encontrar mujeres dispuestas a contarme sus historias, simplemente comencé a enviar mensajes vía Facebook invitando a algunas amigas o conocidas o desconocidas (que por algún motivo tenía como contacto en Facebook pero a las cuales no conocía personalmente). El único requisito era que fuesen mujeres de entre 25 a 35 años, un rango de edad que representaba a las mujeres de mi generación. Las primeras siete mujeres que aceptaron son aquellas cuyas historias aparecen en el libro. Al conversar con cada una de ellas me di cuenta que sus historias poseían una riqueza única y que había que compartirlas. Todas sus experiencias tenían puntos de coincidencia y de diferencia, pero de alguna manera una historia entra en diálogo con la otra y todas juntas conforman un coro de voces riquísimo con el que creo que muchas otras mujeres pueden sentirse identificadas.
P. Las entrevistas para recoger los testimonios deben de haber dejado más de una anécdota. ¿Podría comentarnos algunas?
R. Me pareció curioso que ninguna de ellas quisiera conversar en espacios públicos cerrados y, por casualidad, terminamos conversando en un parque, que es un espacio público también pero abierto y, de alguna manera, te permite cierta intimidad. Me gustó que la historia se compartiera entre tímidos susurros y entre carcajadas ruidosas. Además era un compartir mutuo porque para que ellas me contaran sus historias, yo les contaba la mía primero.
P. Uno de los méritos de Hoy tengo ganas de mí es reflexionar sobre un aspecto vital en cada persona del cual, sin embargo, no se suele hablar. ¿Qué importancia tiene pensar la masturbación femenina?
R. La masturbación tiene una importancia fundamental en la sexualidad de una mujer por los tres motivos que te mencioné antes (autoconocimiento corporal, autoestima y autonomía sexual), y el libro busca romper ese tabú en torno a un tema que se ‘invisibiliza’. Justo ahora estoy leyendo El informe Hite. Estudio de la sexualidad femenina, de Shere Hite, y hay una frase que me parece ideal para responder a tu pregunta: “Compartir nuestra oculta sexualidad diciendo cómo nos masturbamos es un primer paso para traer nuestra sexualidad al mundo y para redefinir el sexo y las relaciones físicas tal como nosotras las conocemos”.
Cuando leí esta frase, hace apenas un par de horas, me emocioné porque sentí que publicar el libro ha sido un pequeño gran aporte para esta revolución sexual femenina en la cual la masturbación tenga un papel central en el descubrimiento de la sexualidad de las mujeres. Ahora estoy convencida que mi libro es sólo el inicio de un proyecto más grande para mí: la difusión de la masturbación femenina de forma teórica y práctica. A eso apunta el taller que tengo en mente realizar el próximo año.
"La masturbación es una herramienta que promueve el autoconocimiento sexual, la autoestima femenina y la autonomía sexual".
P. ¿Cómo han tomado las participantes la publicación del libro? ¿Qué siente que ha cambiado en ellas al ver sus historias en papel?
R. Las he visto muy entusiasmadas y llenas de orgullo de formar parte de él. Les sorprende la buena acogida que ha tenido y la difusión en los medios, y sienten que están contribuyendo a romper el tabú y a promover la masturbación. Podría decir que el ver sus historias plasmadas en el papel les ha reafirmado lo que ellas ya saben: que son dueñas de su placer y que ser una mujer que se masturba no es nada de lo que haya que avergonzarse sino todo lo contrario: es algo que debe celebrarse, que debe compartirse. Eso es lo que ellas han hecho al contarme sus historias.
P. Por favor, coméntenos sobre sus próximos proyectos editoriales y en el blog Chicas Malas.
R. Estoy interesada en realizar una serie de libros con testimonios de mujeres que me cuenten sus experiencias en torno a temas relacionados con la opresión (machista y patriarcal) que se ejerce sobre el cuerpo femenino como el aborto, el acoso sexual callejero, la no maternidad y otros. Por ahora ese era el plan para los próximos años y no lo descarto aún, pero primero creo que me dedicaré a investigar más sobre la masturbación femenina y veo la posibilidad de nuevas publicaciones sobre ese tema. Pero sobre todo me interesa primero realizar talleres de masturbación femenina, en los cuales las participantes puedan conocer de manera teórica y práctica lo que es darse placer a sí mismas y regalarse todos los orgasmos que quieran, cuando quieran, donde quieran, como quieran y con quien más quieren: ellas mismas.
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