'Carnaval', de Miguel Ángel Vallejo Sameshima. Un nuevo lugar para la memoria

La historia regresa a los años del conflicto armado interno del Perú. | © Difusión

Escrito por Pilar Fonseca

¿Cuál es la función de la memoria?, le pregunté.

“La memoria es una serie de acciones concretas y simbólicas para mostrar, recordar, repensar y redefinir episodios históricos traumáticos para una determinada sociedad. Es siempre un campo de batalla donde combaten las distintas versiones, cambiantes también, de esos episodios. No es memoria imponer una verdad única o desaparecer o invisibilizar las otras versiones. Así, creo que la memoria, sobre todo en el campo de la ficción, es un camino a la reflexión. En el caso del Perú, el conflicto armado interno sigue fresco y sus secuelas aún generan dolor y son debatidas violentamente. Entonces, creo que la ficción debe enfrentarse a las verdades únicas, al autoritarismo de cualquier lado y a quienes ningunean la memoria ajena, que con frecuencia estuvieron involucrados en los crímenes del conflicto.”

Miguel Ángel Vallejo Sameshima (Lima, 1983) es el dramaturgo detrás de Carnaval, pieza teatral donde el dolor es tan hondo que se hace insoportable hasta que se habla de él y, entonces, es menos asfixiante y agobiante. Situada en la sierra peruana en los años de la violencia interna, la trama se desarrolla a través de los recuerdos, los dolores y los fantasmas que aún nos habitan. Es la historia del Perú convulsionado por el terror y la violencia. 

En los testimonios no hay buenos ni malos, solo seres humanos enfrentados a sus recuerdos.  La ferocidad viene de todos los frentes. Miguel Ángel, a pesar de ser fan de Shakespeare, prefiere las zonas grises que generan atención en el espectador. “El teatro, si bien suele ser la lucha de dos antagonistas, puede tener zonas grises, donde lo bueno no es tan claramente bueno y lo malo tampoco. Creo que este teatro de grises es ya una tradición contemporánea, el que me gusta estéticamente y el que pienso tiene mayor capacidad para generar reflexiones.”

Teatro político y poesía
La poesía es otro componente justo e importante. ¿Cómo sería posible manifestar lo que tenemos dentro si no es a través de ella? “Basta ya de agonía. No me importa la soledad, la angustia, ni la nada. Estoy harto de escombros y de sombras. Quiero salir al sol. Verle la cara al mundo.” (Romualdo).

Scorza, Reynoso, Vallejo, Heraud, Romualdo son algunos de los poetas que se manifiestan en la voz de Carlos, potente y conmovedor. Este ingrediente exacerba el trasfondo humano y el carácter de la pieza.

Vallejo Sameshima nos cuenta que la creación de la obra surge “primero, a partir de las entrevistas que hice a mis familiares para mi reportaje Vallejo Urreta. Historias de una familia peruana. Descubrí el argumento base: mi abuelo y su cliente bebiendo en un pequeño pueblo andino mientras todos los demás habían huido a las montañas para esconderse de una anunciada incursión. Me impactó mucho esa imagen a lo Pedro Páramo. Luego, en 2016, trabajé la idea dentro del curso de teatro político.”

El teatro político, el que hurga en nuestra memoria, es escaso en Lima. Yuyachkani es uno de los referentes en el tema. De otro lado, Carnaval con un lenguaje propio se presenta como una propuesta interesante y conmovedora para contar la historia de 5 personajes atrapados en sus recuerdos de felicidad y horror.

Carnaval recibió mención especial en el Concurso Nacional de Dramaturgia Peruana en el 2017. Es co-dirigida por Mirella Quispe y Renzo García. Va hasta el 1 de septiembre en el Teatro de la AAA.

MÁS INFORMACIÓN
Título:
Carnaval
Dirección: Mirella Quispe y Renzo García
Dramaturgia: Miguel Ángel Vallejo Sameshima
Intérpretes: Manuel Conde, Pepe Iturrizaga, Pilar Ochoa, Raúl Duran y Mehida Monzón
Sala: 
AAA (Jr. Ica 323, Cercado de Lima)
Temporada: Del 9 de agosto al 1 de septiembre 2018
Funciones: Jueves, viernes y sábado, a las 8pm
Precio de entrada: General S/25; Estudiantes S/15

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