Godard x Herzog en 3D

Herzog durante la filmación de 'La cueva de los sueños olvidados' | © Difusión

Artículo escrito por Diego Arévalo

Cómo olvidar los susurros apresurados y casi agonizantes de Godard, siempre tan intelectual –inevitablemente intelectual– y a toda máquina, como una ametralladora de ideas. Esa voz que señala, advierte o hasta anticipa las enfermedades del mundo; una voz seca, austera, tensa, reflexiva, irónica y arenosa como si sufriera de los bronquios; jadeante cual soldado herido en el campo de batalla. Una voz cavernosa, que pareciera –precisamente– que viene desde el otro lado.

La de Herzog, por el contrario, es una voz siempre amable, firme, sosegada, contenida y entrañable. Es la voz del abuelo que nos encanta con sus historias al lado de la fogata mientras fuma de su pipa. Una voz que nos descubre mundos insospechados y que, a pesar de su edad, todavía sabe maravillarse como un niño curioso amante de mapas y grabados, hambriento de conocimiento.  

Y nosotros, fascinados, queremos y sabemos escucharlos. Y también mirarlos.  

Posiblemente, Jean-Luc Godard y Werner Herzog tienen las voces en off más reconocibles e insistentes de la historia del cine. Son algo así como marcas registradas: inconfundibles e inimitables. Los que se hayan deleitado con sus películas y documentales estarán de acuerdo conmigo: para nuestros oídos, son verdaderos encantadores de serpientes. Fascinan por lo que nos cuentan y cómo nos lo cuentan.

Mientras que el francés hilvana su discurso crítico/histórico/reflexivo desde el encierro en su escritorio/biblioteca/estudio casero de edición; el alemán sale a recorrer el mundo en busca de las historias más increíbles; historias en las que el hombre y sus sueños –o delirios– es el protagonista absoluto. Además de lo seductor que nos puede resultar el tono de sus voces, al poder de sus imágenes se les sumará la irresistible y sorprendente tercera dimensión.

Ahora ambos genios se encuentran dentro del mini-ciclo Muestra de Cine Internacional 3D, que forma parte de la 3ª Semana del Cine de la Universidad de Lima. Se presentan: Adiós al lenguaje, de Jean-Luc Godard y La caverna de los sueños olvidados, de Wener Herzog, en formato 3D. Una nueva oportunidad para apasionarnos con el genio creativo de ambos.
 

La cueva de los sueños olvidados (2010), de Werner Herzog
Proyección: Sábado, 11 noviembre, 2 pm. Ingreso libre

Ubicada al sur de Francia, a unos 640 km de París, la cueva de Chauvet alberga las huellas humanas más antiguas de las que se tenga registro. También hay representaciones de animales –caballos, mamuts, bisontes, leones, venados– pintados con una destreza que sería envidiable, seguramente, hasta para el mismísimo Picasso. La cueva de los sueños olvidados es algo así como la primera galería de arte que haya tenido la humanidad. Sus representaciones tienen 32 mil años de antigüedad y están en perfecto estado de conservación.

Pero una de las ideas más interesantes es la siguiente: se trata de arte primitivo filmado con cámaras 3D. Una mirada al pasado a través de un filtro posmoderno. Si bien los documentales de Herzog son siempre cautivantes y únicos, ¿cómo será esta experiencia? Lean esta declaración del director –tan querido y admirado en nuestro país­– y díganme si no es la persona más indicada para llevarnos de la mano al interior de esta cueva milenaria.

"Mi despertar intelectual y espiritual está conectado a las pinturas rupestres de una cueva del Paleolítico. A los doce años, en el escaparate de una librería, descubrí la portada de un libro en el que aparecía el dibujo de un caballo, perteneciente a la Cueva de Lascaux. Me invadió un entusiasmo indescriptible: quería ese libro; necesitaba tenerlo. Como mi paga de niño era 1 dólar al mes, empecé a trabajar como recoge-pelotas en las pistas de tenis y le pedía dinero prestado a mis hermanos. Por lo menos una vez por semana, con el corazón desbocado, me acercaba al escaparate para ver si el libro aún estaba allí. Aparentemente, creía que sólo existía ese. Me llevó más de medio año poder comprar y abrir aquel libro. El estremecimiento que sentí entonces nunca me ha abandonado".

Adiós al lenguaje (2014), de Jean-Luc Godard
Proyección: Viernes, 10 noviembre, 2 pm. Ingreso libre

¿De qué trata? Habría que preguntárselo al mismo Godard. En realidad, con este autor lo que menos importa son las historias. Lo que importa son el intercambio de ideas, la reflexión, la crítica, la vigilancia, el desplazamiento del yo consciente de tales acontecimientos: la tecnología, la guerra, la cultura, las ideologías, la miseria, la globalización, el cine. Godard salta de un tema a otro y expresa su visión del mundo. Como si concibiera el séptimo arte como una especie de rayuela audiovisual. Además, según advirtieron los críticos, Godard ha conseguido con el 3D lo que nunca se había hecho antes:

“Propone una forma visual nueva a nuestra perspectiva ocular descentrada. Con un ojo vemos el encuadre frontal; con el otro, percibimos una situación que transcurre a 45 grados hacia la derecha del encuadre anterior. Dos encuadres en uno, en 3D. Se cumple el deseo cubista de representar sobre una superficie plana, en simultaneidad, lo visible y lo invisible de un mismo espacio. El espacio representado y el “fuera de campo” se encuentran en un “montaje” virtual que crea nuevas zonas y fronteras para la imagen” (Bedoya, 2017)

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