Pilar Fonseca | 17.10.2018
Escrito por Pilar Fonseca
Quédense cerca de mí narra fragmentos de la vida de Angélica Mendoza de Ascarza, más conocida como Mamá Angélica, quien fue activista por los derechos humanos y fundadora de la Asociación Nacional de Familiares Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú (ANFASEP). La puesta es una creación híbrida de estilo posdramático que fusiona el teatro testimonial, el performático y el documental.
A través de Marisol Mamani nos sumergimos en la vida del campo ayacuchano. Una vida sencilla y feliz que se ve ensombrecida por la violencia interna y la ausencia abrupta de sus seres queridos. La desaparición en manos de las fuerzas armadas y la violencia constante, pero ante esto la perseverancia en la búsqueda incansable por encontrar a quiénes se llevaron y que aún no regresan.
Marisol –autora, directora y actriz– nos cuenta que “la idea rondaba mi cabeza pero no la tenía tan clara hasta que encontré los testimonios de las desapariciones forzadas. Hasta ahí, no conocía acerca de Mamá Angélica. Para un primer momento hice una puesta refiriéndome a Mamá Angélica como uno de los casos, así había hecho la primera versión de Quédense cerca de mí. Para la segunda, también incorporé a otros testimonios; para la tercera –la que has podido ver–, he involucrado otras historias y también más detalles de Mamá Angélica porque conocí a la familia y no hemos perdido relación. La necesidad social me llevó a crear esta pieza teatral. Yo creo que el arte puede conseguir cosas distintas. No va a cambiar las cosas de manera rotunda pero puede crear algo; semillas, de alguna manera. Creo que todas y todos deberíamos conocer a Mamita Angélica para tener una referencia de heroína que nos falta en este tiempo a las mujeres peruanas.”
Bajo una atmósfera íntima, la obra recurre a la participación de los asistentes involucrándolos en la búsqueda de su hijo Arquímedes como a tantos otros desaparecidos. “En la ruptura de la cuarta pared está el lado performático. Utilizarme a mí con mi propia historia es un juego de doble discurso. Me presento como una ofrenda, soy una especie de guía para que el público sienta. No quiero que haya este status de yo hago y ustedes se callan porque estamos en escena, sino más bien desde la horizontalidad: oye tú y yo somos iguales. Tú y yo podemos acercarnos desde nuestras propias historias. No significa que nos tenga que pasar para hacer algo. El dolor de diferentes maneras todos y todas lo hemos sentido. Me es necesario hallar esa relación, ese contacto directo, porque se crean sensaciones fuertes. Es diferente ver a un actor desde mi butaca y otra sentir su cuerpo como vibra en acción al lado tuyo. Esto te transgrede. Es más fuerte, es más potente. El público con el que se comparte le genera otras cosas porque ayuda a que se conmueva. Desde mi experiencia eso es lo que pasa. Mi propósito es que la pieza los sensibilice, que sientan algo. Que no sólo llegue de modo consciente, sino que haya ese registro en el cuerpo”, nos cuenta Marisol.
Esta propuesta fue ganadora del 1er Festival de Escenas Cortas de la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENSAD) en el 2017. Además, es la primera puesta en escena de Fértil Teatro que nació en la complicidad performática de las marchas de Ni Una Menos entre Marisol y Cristina. Luego, se unió Marivel y todo el equipo que lo conforman en audiovisual, con música en vivo y el compañero en escena de Marisol, Ernesto Ayala.
Quédense cerca de mí va hasta el 21 de octubre 2018.
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